¿Qué pasa si un oficial de cumplimiento no está bien capacitado en una empresa colombiana?

¿Qué pasa si un oficial de cumplimiento no está bien capacitado en una empresa colombiana?

En un contexto donde el lavado de activos y la financiación del terrorismo son amenazas constantes, el rol del Oficial de Cumplimiento es crucial. Sin embargo, ¿qué sucede cuando un Oficial de Cumplimiento no cuenta con el perfil requerido según las definiciones de la Superintendencia de Sociedades en Colombia? Imaginemos una empresa que enfrenta una auditoría sorpresa de este ente de control, y se descubre que su Oficial de Cumplimiento es prácticamente «de papel» y no sabe cómo velar y supervisar el programa SAGRILAFT. ¿Cuáles serían las consecuencias?

La Superintendencia de Sociedades de Colombia exige que el Oficial de Cumplimiento tenga una formación específica y experiencia en temas relacionados con la prevención del lavado de activos y la financiación del terrorismo (Circular Externa 100-000016 de 2020 Circular Numeral 5.1.2. Externa 100-000004 de 2021). Este rol no solo es una formalidad, sino una posición esencial que debe ser ocupada por una persona con conocimientos profundos y la capacidad de implementar y supervisar efectivamente el Sistema de Administración del Riesgo de Lavado de Activos y Financiación del Terrorismo (SAGRILAFT).

¿Qué riesgos enfrenta una empresa que no cumple con estas expectativas?

La visita de auditoría de la Superintendencia de Sociedades destapa la incapacidad del Oficial de Cumplimiento al entrevistarle y darse cuenta de su falta de preparación. Las consecuencias de esta revelación son severas. La empresa podría enfrentar multas significativas y sanciones administrativas por no cumplir con las normas establecidas. Además, podría ser obligada a realizar cambios inmediatos en su personal y procesos para alinearse con los requisitos legales, lo cual puede ser costoso y disruptivo.

Además de las sanciones legales, la reputación de la empresa puede sufrir un golpe considerable. En un entorno donde la confianza y la integridad son fundamentales, el descubrimiento de un Oficial de Cumplimiento sin la preparación adecuada puede llevar a la pérdida de credibilidad ante socios comerciales, inversionistas y el público en general.

¿Cómo puede una empresa recuperar su reputación después de un incidente tan grave?

La solución a este problema radica en la selección y capacitación adecuada del Oficial de Cumplimiento. Las empresas deben asegurarse de que sus oficiales no solo cumplan con los requisitos formales, sino que también tengan una comprensión profunda y práctica de sus responsabilidades. La capacitación continua y el acceso a recursos actualizados sobre las mejores prácticas en la prevención del lavado de activos y la financiación del terrorismo son esenciales.

Tener un Oficial de Cumplimiento sin el perfil adecuado no solo es una violación de las regulaciones de la Superintendencia de Sociedades, sino que también pone a la empresa en riesgo significativo de sanciones legales y daños reputacionales.


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