¿Qué es el cohecho impropio y cómo impacta a las empresas en Colombia?

¿Qué es el cohecho impropio y cómo impacta a las empresas en Colombia?

La corrupción es un enemigo silencioso que erosiona la confianza en las instituciones y distorsiona la equidad en el sector empresarial. Dentro de este complejo entramado, el cohecho impropio, contemplado en el Artículo 406 del Código Penal Colombiano, representa una de las formas más insidiosas de soborno, ya que no busca influir en una decisión futura, sino recompensar una acción ya realizada por un servidor público. ¡Pero cuidado! Su impacto puede ser devastador tanto para la administración pública como para las empresas privadas.

¿Qué es el cohecho impropio y por qué es un problema?

El cohecho impropio ocurre cuando un funcionario público acepta dinero, beneficios u otra utilidad después de haber realizado una acción dentro de sus funciones. A diferencia del cohecho propio, donde el soborno busca influir en una decisión futura, en este caso, la gratificación se da como recompensa por un acto ya ejecutado. Aunque algunos podrían considerarlo menos grave, sigue siendo un acto de corrupción que compromete la transparencia y mina la imparcialidad del servicio público.

Empresas y cohecho impropio: ¡Un riesgo latente!

Las empresas privadas también juegan un papel crucial en este fenómeno. Cuando una compañía recompensa a un funcionario por decisiones previas a su favor, no solo está participando en un acto de corrupción, sino que también afecta la competencia leal en el mercado.

¡Cuidado con los incentivos encubiertos!

Imagina que una constructora gana un contrato con una entidad estatal de manera aparentemente justa. Sin embargo, después de recibir la adjudicación, decide entregar una «bonificación especial» al funcionario que facilitó el proceso. Aunque el contrato ya está firmado, este acto configura cohecho impropio y puede derivar en sanción penal, inhabilitaciones y daños irreversibles a la reputación de la empresa.

¿Cómo prevenir el cohecho impropio en el mundo empresarial?

La prevención del cohecho impropio es esencial para garantizar la transparencia en las relaciones entre el sector público y privado. Algunas estrategias clave incluyen:

  • Políticas de cumplimiento y transparencia: Implementar programas de ética corporativa que prohíban cualquier forma de soborno, incluyendo incentivos a funcionarios.
  • Capacitación del personal: Educar a empleados y directivos sobre los riesgos legales y reputacionales del cohecho.
  • Registros de interacciones: Mantener documentadas todas las relaciones con funcionarios públicos, garantizando que los procesos sean auditablemente transparentes.
  • Canales de denuncia: Fomentar la denuncia interna de prácticas corruptas a través de mecanismos seguros y anónimos.

Reflexión final: la transparencia es el mejor activo

Combatir el cohecho impropio no solo es una obligación legal, sino también un compromiso con la construcción de una sociedad equitativa y competitiva. Las empresas que operan con transparencia y ética no solo evitan sanciones, sino que también fortalecen su reputación y generan confianza en sus clientes y aliados estratégicos.

¡La corrupción no es una opción! Construyamos un entorno empresarial basado en la legalidad y la integridad.


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