La historia de Julia: cuando las políticas dejaron de ser letra muerta

La historia de Julia: cuando las políticas dejaron de ser letra muerta

¿Qué pasaría si nadie en tu empresa supiera qué hacer ante una operación sospechosa? Eso fue exactamente lo que ocurrió en LogiTrans, una mediana empresa de transporte con operaciones en Bogotá y Cali.

Todo comenzó una mañana cuando Julia Rueda, analista de cumplimiento, descubrió una transferencia bancaria inusual de un nuevo cliente. Quiso reportarlo, pero no sabía cómo. Había escuchado algo sobre el SAGRILAFT en una capacitación hace más de dos años, pero nunca volvió a saber del tema.

Su jefe directo, el gerente financiero, también dudó:

“Creo que eso lo revisa el oficial de cumplimiento… ¿o no era la auditoría?”

El error no solo fue de Julia. Fue de una empresa que tenía políticas de cumplimiento… pero nadie las conocía.


🔍 El problema no era la política, era su ausencia en la práctica

Al revisar internamente, descubrieron que el manual SAGRILAFT se había divulgado una sola vez, al momento de publicarse, y jamás se volvió a mencionar. Ningún nuevo empleado lo había leído. Ningún líder lo había reforzado.

El resultado: un sistema de cumplimiento invisible para quienes debían operarlo.


🧩 ¿Cómo cambió LogiTrans su cultura de cumplimiento?

A raíz del incidente, la alta dirección decidió transformar el enfoque de divulgación. Bajo el liderazgo de la nueva directora jurídica, Estefanía Gaitán, diseñaron un plan de comunicación y formación basado en 4 pilares:

1. Repetición inteligente

Se estableció una divulgación anual obligatoria del programa de cumplimiento, especialmente del SAGRILAFT. Esta no era una lectura pasiva, sino un proceso activo con preguntas, casos reales y ejercicios interactivos.

2. Lenguaje simple, impacto grande

Todo el contenido fue adaptado a un lenguaje claro y accesible. Se eliminaron tecnicismos y se tradujeron las exigencias normativas a situaciones reales del trabajo diario.

3. Diversidad de canales

Se utilizaron múltiples medios:

  • Sesiones en vivo cada trimestre para todos los equipos.
  • Infografías digitales enviadas por correo cada mes.
  • Videos cortos en la intranet con preguntas frecuentes.
  • Un canal abierto para dudas en tiempo real, gestionado por el equipo de cumplimiento.

4. Compromiso desde arriba

En cada sesión, la Gerencia General abría el encuentro, reforzando la importancia del SAGRILAFT como parte del negocio. La cultura de cumplimiento dejó de ser un tema del área jurídica para convertirse en un compromiso colectivo.


💡 ¿Y qué pasó con Julia?

Hoy Julia es una de las facilitadoras internas del programa de cumplimiento. Dice con orgullo: “Antes me daba miedo reportar algo. Ahora, sé que identificar una operación sospechosa puede salvar a la empresa”.


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