Cuando Laura recibió una llamada de una empresa ofreciéndole un producto que nunca había solicitado, algo se encendió en su mente. «¿Cómo obtuvieron mi información?», se preguntó. Fue entonces cuando descubrió que, como usuaria de plataformas digitales, tenía derechos sobre sus datos personales. Derechos que podía ejercer para recuperar el control sobre su privacidad.
En esta historia digital que vivimos todos los días, es fundamental saber qué puedes exigir cuando una aplicación, una red social o una tienda en línea tienen tu información. Acompáñanos a conocer estos derechos a través de situaciones cotidianas.
1. Derecho de acceso: saber qué saben de ti
Laura, nuestra protagonista, quiso saber qué datos tenía una red social sobre ella. Solicitó un informe y se sorprendió al ver cuánto sabían: lugares que había visitado, personas con las que hablaba, hasta los anuncios que le habían llamado la atención.
Este derecho te permite acceder a toda la información que una plataforma ha recopilado sobre ti: cómo se usa, con quién se comparte y con qué fines.
2. Derecho de rectificación: corregir lo que está mal
Pedro hizo una compra en línea y notó que habían guardado mal su dirección de correo. Pudo cambiarla rápidamente y asegurarse de recibir sus pedidos sin inconvenientes.
Tú también puedes corregir tus datos cuando estén incompletos, errados o desactualizados.
3. Derecho de supresión (o al olvido): borrar tu huella digital
Santiago decidió cerrar su cuenta en una red social. Solicitó que borraran todas sus fotos, publicaciones y datos. Al ejercer su derecho al olvido, aseguró que su información no quedara flotando en la red.
Este derecho te permite pedir que tus datos sean eliminados cuando ya no son necesarios o si decides retirar tu consentimiento.
4. Derecho a la portabilidad: llevarte tu información
Catalina quería cambiar de proveedor de música, pero no quería perder sus playlists. Solicitó sus datos y los migró a otra plataforma.
Este derecho te permite recibir tus datos en un formato fácil de leer y transferirlos a otro proveedor.
5. Derecho a la limitación del tratamiento: poner pausa
Marta tuvo un problema con una tienda virtual que usaba mal su información. Pidió que no la usaran hasta resolver el asunto. Así, ejerció su derecho a la limitación, evitando que sus datos siguieran circulando.
6. Derecho a oponerte: decir no
Luz estaba cansada de recibir publicidad de una tienda en la que solo había comprado una vez. Pidió que la eliminaran de la lista de envíos y dejó de recibir correos.
Este derecho te permite oponerte al uso de tus datos personales, especialmente para marketing.
7. Derecho a no ser perfilado por una máquina
Sofía solicitó un crédito online y fue rechazada sin explicación. Exigió una revisión humana, porque tiene derecho a que las decisiones importantes no sean solo automatizadas.
Historias cotidianas, derechos reales
José y su suscripción: Cansado de recibir boletines que ya no le interesaban, dio clic en «cancelar suscripción» y recuperó el silencio en su bandeja de entrada.
Luisa y su entrega fallida: Corrigió su número telefónico después de un pedido perdido. Su siguiente compra llegó sin errores.
Conclusión: Tú eres el protagonista de tus datos
La historia de tu información debe ser contada por ti, no por las plataformas. Conocer tus derechos sobre el acceso, la rectificación, la supresión, la portabilidad, la oposición, la limitación y la no automatización, te empodera frente al mundo digital.
Cada clic deja una huella, pero también cada derecho es una herramienta para protegerte. Lee las políticas de privacidad, ejerce tus derechos y comparte esta información con quienes todavía no saben que pueden decir: «¡Esto no me representa, quiero que lo borren!»
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