Ciertamente no podemos desconocer que durante cerca de dos décadas el fax no solo fue el método preferido para el intercambio de información entre organizaciones, sino un medio de comunicación práctico y seguro. En ese entonces alguien que deseaba enviar un documento lo escaneaba línea por línea en una máquina especializada, ésta lo convertía en una imagen que, mediante un módem, se enviaba a un destinatario remoto quien debía disponer también de un dispositivo similar para convertir las señales recibidas en un documento leíble y entendible.
Aunque en esa época no lo comprendíamos bien, existían diversas problemáticas en ese modelo de comunicación, entre ellas se destacan las siguientes: 1) la calidad del documento recibido no tenía una alta definición; por lo tanto, en ciertas ocasiones el documento recibido se presentaba ilegible. 2) La confidencialidad del documento recibido no era la mejor; pues, todos ellos llegaban a través de una misma línea telefónica, o a lo mucho dos, lo que significaba que en un determinado momento el mensaje en cuestión podía ser leído por el primero que se acercara al fax. 3) La velocidad y eficiencia de la transmisión era lenta, además dependía de una línea receptora que no estuviera siendo usada en el instante de enviar el documento.
Con la llegada del correo electrónico el auge del fax se apagó, llevándolo inevitablemente a su fin, ello porque la comunicación por Email significó un avance enorme en términos de procesamiento de la información y de comunicación entre organizaciones, mejorando aspectos como la confidencialidad, la calidad de los documentos recibidos y la seguridad. Tan solo observemos que con el Email se pueden personalizar los destinatarios haciendo que la información llegue a un buzón específico; además, podemos obtener copias idénticas del documento original que fue enviado, y podemos enviarlo cifrado y/o con contraseña de apertura.
Ahora bien, si el correo electrónico presenta tantos beneficios y es tan confiable, ¿Por qué se está hablando ahora del uso del eFax?
En la actualidad el uso de correo electrónico presenta ciertas dificultades no previstas en el momento de su desarrollo, estando entre las más significativas la posibilidad de comprometer los ordenadores y sistemas operativos de una organización cuando su contenido es malicioso, o la posibilidad de ser interceptado o pirateado durante los procesos de transmisión circulación y recepción a través de internet. Es por ello que algunas organizaciones están regresando a una versión moderna del Fax, el “eFax”, pero… ¿Qué es eso?
En resumen, “eFax” es un sistema de mensajería digital que usa correo electrónico como medio de recepción, y aunque se parece a un eMail tradicional, en realidad no es lo mismo. La diferencia fundamental entre un “eFax” y un “eMail” radica en la seguridad, ya que en el correo electrónico es posible recibir mensajes falsos de remitentes desconocidos que mediante engaño pueden intentar realizar ciberataques o acciones de phishing, El “eFax” mientras tanto garantiza el cifrado de extremo a extremo y diversas medidas de seguridad.
Veamos algunas diferencias significativas entre el eMail y el eFax:
En el caso del Email, un cibercriminal actualmente puede enviar un mensaje malicioso a una organización, dicho mensaje no solo incluirá texto sino hipervínculos y/o enlaces a sitios web diseñados exclusivamente para engañar al usuario o para intentar tomar el control del ordenador. Seguramente la dirección electrónica escogida por ese cibercriminal corresponderá a un área o persona en particular que desea atacar, de esa manera podrá ser específico en sus intentos de fraude.
Diferente sucede con el eFax, aquí el mismo cibercriminal podría enviar un mensaje; sin embargo este será convertido automáticamente en un documento PDF seguro que excluye cualquier código, enlace o hipervínculo asociado a él. Por otra parte el área o persona destinataria no podrá ser rastreada por el remitente; por lo tanto, se mitiga el riesgo de ataques dirigidos. Por ejemplo el destinatario podría identificarse ante el remitente como 123456789@proveedor-de-eFax.com, no obstante el mensaje va a ser recibido en el buzón del correo electrónico que le asignó la organización al funcionario.
Cuando el mensaje contiene archivos adjuntos, en lugar de que éstos queden depositados directamente en el buzón de entrada, tal como ocurre con el Email; al usar eFax el usuario accede directamente a su ubicación en unidades de almacenamiento en la nube tal como Dropbox, i Cloud, One Drive o Google Drive, lo que permite que se adjunten archivos de enormes tamaños que en un buzón de correo electrónico no pueden ser recibidos.
Con respecto a los datos adjuntos, con “eFax” siempre se filtrarán las aplicaciones de los documentos, es decir: un adjunto podrá ser una imagen, un video, un archivo de audio o un archivo de diseño especializado como podría ser un dibujo en AutoCAD, pero de ninguna manera se podrán compartir por “eFax” aplicaciones o código ejecutable. Adicionalmente eFax dispone de un mayor de cifrado de los datos, lo cual mejora enormemente la seguridad de la transmisión.
El “eFax” se presenta hoy como una buena alternativa de cara a la inseguridad cibernética, permitiéndole a las organizaciones manejar sus comunicaciones de forma segura; por lo que contemplarlo sería una opción útil y diferente.
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