El Metaverso es un espacio virtual expansivo y tridimensional donde los usuarios interactúan a través de avatares digitales tal espacio aprovecha las nuevas tecnologías como la realidad virtual y la aumentada, permitiéndoles a los usuarios experiencias sociales inmersivas sin tener que estar físicamente en un determinado espacio. Dentro del Metaverso la gente puede trabajar, socializar, crear y explorar actividades online de una manera diferente.
Ahora bien, este nuevo método de interacción social presenta desafíos significativos en términos de protección de datos y de prevención del acoso; pues, por el uso de avatares en lugar de la imagen real de la persona se dificulta la verificación de identidad de cada participante, lo que abre la puerta a la suplantación y al fraude. En la actualidad el Metaverso carece de un sistema de autenticación robusto lo que ha permitido que diferentes actores malintencionados creen perfiles falsos e infiltren reuniones de todo tipo para así robar tanto datos personales como información estratégica de las organizaciones; de hecho, se han documentado a nivel mundial un sinnúmero de casos de suplantación de personas de confianza buscando con ello obtener fraudulentamente información financiera o propagar malware.
Adicional a lo anterior, el Metaverso permite recopilar masivamente otros tipos de datos en sus entornos virtuales, como pueden ser el comportamiento de un usuario, sus preferencias personales o la forma de abordar ciertos cuestionamientos, siendo esto lo que ocasiona que sea vasta la cantidad de información personal que puede ser comprometida.
Otra faceta muy compleja del Metaverso tiene que ver con el Ciberacoso, el cual se facilita debido a la expuesta utilización de avatares que añade una capa de anonimato y que fomenta comportamientos perjudiciales tales como hostigamiento, intimidación o difamación de otros usuarios, lo que contribuye al incremento de casos de bullying con su consecuente afectación a la salud mental y emocional de los usuarios que lo experimentan. Y es que al respecto ya han surgido informes de manoseos de avatares e incluso violaciones en grupos digitales dentro del Metaverso, ello a través de lo que se conoce como asalto virtual.
Si bien es cierto que la falta de compromiso de los usuarios es una las causas claves del robo de datos y del ciberacoso, la falta de regulación efectiva sobre el Metaverso es un factor crítico que agrava dichos riesgos de vulneración y que deja a los usuarios en una posición vulnerable, pues por ahora los estándares de seguridad y la implementación de medidas de protección de datos no son tan sólidos como deberían ser.
En esta instancia es entonces aconsejable participar en el Metaverso con mesura, evitando divulgar allí datos personales, y manteniendo conversaciones que dentro del campo colaborativo no planteen exponer información trascendental para las organizaciones, todo ello mientras los profesionales en seguridad de la información estandarizan la participación segura en esta plataforma, crean mecanismos de autenticación multifactorial, e implementan esquemas de la encriptación de datos de extremo a extremo, y por su parte los legisladores de los diferentes países trabajan en conjunto con la industria para establecer marcos normativos que salvaguarden los derechos y la seguridad de los usuarios en este emergente y expansivo mundo virtual.
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