En el dinámico mundo empresarial de hoy, donde la externalización es una práctica común para optimizar operaciones, algunas empresas podrían caer en la trampa de pensar que pueden delegar completamente la responsabilidad de la protección de datos a terceros. Este enfoque, aunque tentador por su conveniencia, puede resultar en negligencias graves en lo que respecta a la seguridad y el cumplimiento normativo.
El Descuido de «Finanzas Seguras»
«Finanzas Seguras», una empresa de asesoría financiera, decidió externalizar la gestión de la protección de datos de datos de sus clientes a «CloudSolutions», un proveedor de servicios en la nube conocido por su robusta infraestructura de seguridad. Confiados en que «CloudSolutions» se encargaría de todo lo relacionado con la protección de datos, «Finanzas Seguras» minimizó su involucramiento y supervisión en las prácticas de seguridad de la información. Sin embargo, cuando se produjo una violación de datos debido a una configuración incorrecta por parte de «CloudSolutions», «Finanzas Seguras» se enfrentó a graves repercusiones legales y de reputación. Rápidamente se dieron cuenta de que la responsabilidad última de proteger la información de sus clientes recaía en ellos, no en su proveedor externo.
La Ilusión de la Externalización Total: El caso de «Finanzas Seguras» subraya un malentendido peligroso: pensar que al externalizar servicios relacionados con datos, se puede traspasar también la responsabilidad de la protección de esos datos. Aunque los terceros pueden ser instrumentales en ayudar a cumplir con las leyes de protección de datos, la responsabilidad última siempre reside en la empresa que posee esos datos.
Estableciendo la Colaboración, No la Dependencia: La colaboración con terceros para la gestión de datos debe ser eso, una colaboración. Esto significa mantener una comunicación constante, establecer expectativas claras y realizar auditorías y seguimientos regulares. Las empresas deben asegurarse de que los terceros entiendan completamente los requisitos específicos de seguridad y cumplimiento de datos y que tengan las medidas adecuadas en lugar para protegerlos.
La Importancia de la Supervisión Activa: Delegar la gestión de datos a un tercero no exime a las empresas de la obligación de supervisar activamente esas actividades. Esto incluye realizar evaluaciones de riesgo periódicas, entender las políticas propias y del proveedor, y estar al tanto de cómo se almacenan, procesan y protegen los datos. La supervisión activa asegura que cualquier brecha de seguridad o incumplimiento de la política pueda ser identificada y abordada rápidamente, minimizando potenciales daños.
Conclusión: La externalización de la gestión de datos puede ser una estrategia efectiva para las empresas, pero nunca debe considerarse como una solución para evadir la responsabilidad de la protección de datos. La seguridad y la privacidad de la información son compromisos ineludibles que las empresas tienen con las personas de quien recolectan datos, independientemente de cualquier arreglo de tercerización. Al final, el éxito en la protección de datos no se trata de quién realiza el trabajo, sino de asegurar que el trabajo se haga correctamente y de manera segura, manteniendo siempre la responsabilidad y la supervisión activa.
Descargo de responsabilidad: Los nombres de empresas, personas, u organizaciones mencionados en este artículo son ficticios y no están destinados a representar a ninguna entidad o persona real. Cualquier similitud con empresas, individuos o instituciones existentes es pura coincidencia
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