¿Cuál es el alcance de la recopilación de datos personales en el entorno comercial y los riesgos del perfilado no autorizado?

¿Cuál es el alcance de la recopilación de datos personales en el entorno comercial y los riesgos del perfilado no autorizado?

Dentro de los objetivos de recopilar datos de los consumidores por parte de las  empresas está el perfilar a los clientes y orientar los procesos de oferta y futura venta de bienes y servicios, no obstante  al analizar las metodologías de algunas cadenas de almacenes se observa que estas no se limitan a usar los datos personales con la finalidad de enviar publicidad y ofertas especiales, sino que gracias a las respuestas de cada consumidor y a análisis predictivos pueden refinar los criterios y personalizar los anuncios, los  que en adelante facilitarán mostrar en forma precisa publicidad que responda a los intereses y características de cada consumidor.

Adicional a lo anterior en muchas ocasiones se hace uso de cupones de descuento individualizados que mediante traza permiten verificar si la oferta enviada realmente motivó al cliente a realizar una compra, cupones que en muchos casos tienen un límite de tiempo de uso en virtud a la necesidad de evaluar al cliente y determinar qué tanto riesgo tomará frente a una publicación atractiva de un artículo que no es muy conocido. 

Sumado a lo anterior, en la actualidad  los almacenes de “retail” disponen de  soluciones tecnológicas con inteligencia artificial orientadas a  detectar movimientos corporales, expresiones faciales y  comportamientos repetitivos, lo que en conjunto con los hábitos de consumo conduce a poder predecir las necesidades  de cada posible comprador a fin de ofrecerle artículos adecuados así como  herramientas prácticas que le faciliten conectar sus requerimientos con la distribución de la tienda, involucrando en el proceso a los “Smartphone” los que se deben conectar con el almacén para que así muestren las ofertas en tiempo real; desarrollándose todo esto a bajo el principio de mejora del servicio y experiencia del cliente.

Ahora bien, aunque el común de las personas consideran aceptable que sus datos personales se utilicen de alguna manera para acceder a una teórica atención preferencial o a un servicio personalizado, no existe el deseo generalizado a que seamos clasificados, catalogados y parametrizados y mucho menos a que se construya una base de datos de comportamiento basada en nuestras expresiones, hábitos y patrones de conducta.

A raíz de lo anterior se hace necesario que cada comprador se entere y entienda por qué y cómo se procesan sus datos personales en el ambiente comercial, en especial cuando estos datos son sensibles, de esa manera dicho comprador podrá ponderar los beneficios que recibirá frente a los riesgos de permitir el uso de tal información y se le facilitará ponderar apropiadamente la conveniencia de autorizar o no el uso de dichos datos. 

En relación con la recopilación de información por parte de  cadenas de almacenes, es bastante claro que el facilitar la promoción de los productos que maneja el almacén es una finalidad razonable, no obstante a través de los hábitos de los clientes y el análisis de gestos y expresiones es posible construir bases de datos sensibles que son bastante diferentes a las que se le solicita que autorice el cliente en el momento de la afiliación al establecimiento.

Generalmente se requiere el  nombre, la identificación, la dirección, el número telefónico y el correo electrónico, sin embargo después de un análisis automático de datos es posible determinar en forma precisa el poder adquisitivo, las entidades bancarias dónde maneja sus ahorros, la capacidad de endeudamiento, los gustos y preferencias en  alimentos, moda, artículos personales y tecnología, conocer si hay hijos en la familia con el rango de edad y el sexo de cada uno , los padecimientos familiares tales como diabetes, hipertensión, colesterol alto, afecciones respiratorias, etc., todo ello sin que el titular de la información esté enterado que el establecimiento en mención administra tal información y sin que haya autorizado su tratamiento.

La estadística muestra que el 72% de quienes compran a través de sistemas de información aceptan ciegamente y sin siquiera leer las políticas de privacidad que les presentan las empresas vendedoras, ello ocurre como consecuencia de no dedicar tiempo a su lectura, de una falta de interés para ahondar en detalles, de un deseo de agilizar la adquisición, o producto de que la marca del establecimiento ofrece una alto grado de confianza; el 38% restante acepta el tratamiento de los datos personales en virtud a que se indica que los fines son comerciales y a que no se solicitan explícitamente datos sensibles, permitiendo con ello que los almacenes comerciales se blinden frente  a los titulares dado que cuentan con una autorización de uso. 

Sin embargo, la Ley 1581 es determinante al establecer que el tratamiento de los  datos personales se realiza en torno a un ambiente de legalidad, con una finalidad predefinida,  con una posibilidad para que el titular autorice o niegue el uso de sus datos y con una certeza que ninguna actividad podrá condicionarse a que el titular suministre datos personales sensibles, pero dado que los datos sensibles que posee un establecimiento comercial son derivados del ejercicio de su actividad y no son producto de una entrega voluntaria por parte del titular es que se hace necesario  que en el documento de privacidad se informe al cliente que una vez se recopile su información personal básica se construirá una base de datos que contendrá su perfilamiento y que registrará entre otros sus patrones de comportamiento, conductas, hábitos y síntesis de su estilo de vida, de esta manera el cliente tendrá la oportunidad de aceptar o no que dicho establecimiento realice tal construcción sobre datos sensibles.

De no realizarse de esta manera el almacén podría estar cometiendo una infracción al llevar a cabo un tratamiento de datos personales de espaldas al titular y mediante una autorización incompleta, con lo cual se expondría a una serie de sanciones económicas y administrativas por incumplimiento de las normas.


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